24 de febrero de 2013

Todos Somos Dios (Anthony de Mello IV)


Cierto día, iba paseando por una calle cuando de repente vi a una niño hambriento, sucio y tiritando de frío dentro de sus harapos.
Me encolericé y le dije a Dios:
- ¿Por qué permites estas cosas?
- ¿Por qué no haces nada para ayudar a esa pobre niño?
Esperé la respuesta, pero fue en vano.
Sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió a mis preguntas airadas:
- Ciertamente que he hecho algo.
- Te he hecho a ti.
Bookmark and Share

1 comentarios:

Remy Le Blanc dijo...

genial

Publicar un comentario