Todos los caminos del mundo llevan hasta el corazón del Guerrero; él se zambulle sin vacilar en el río de las pasiones que siempre corre por su vida.
El Guerrero sabe que es libre para elegir lo que desee; sus decisiones son tomadas con valor, desprendimiento y -a veces- con una cierta dosis de locura.
Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es necesario renunciar al entusiasmo de las conquistas; ellas forman parte de la vida y alegran a todos los que en ella participan.
Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas, y los lazos creados con solidez a través del tiempo.
Un Guerrero de la Luz, sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.
Manual del Guerrero de la Luz
Paulo Coelho
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