Hoy les dejo un cuento para reflexionar:
—¿Haces alguna vez un esfuerzo por disciplinarte en la verdad?”
“—Si.”
“—¿Cómo te ejercitas?”
“—Cuando tengo hambre como, cuando estoy cansado duermo.”
“—Es lo que todo el mundo hace; ¿puede decirse que ellos se ejercitan de la misma manera que tú?”
“—No.”
“—¿Por qué?”
“—Porque
cuando comen no comen, sino que piensan en otras muchas cosas,
distrayéndose; cuando duermen no duermen, sino que sueñan mil cosas. Por
eso no se parecen a mi.”
Cómo cambian las cosas según cómo las perciba cada uno y según el valor que se les de!
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