La sonrisa es en tu rostro como la sal en los
alimentos: muy poca los hace insípidos, demasiada
los hace insoportables.
La sonrisa auténtica es como una puerta entreabierta
que invita a entrar; la sonrisa forzada es una
trampa que asusta y ahuyenta.
Los animales nunca ríen, los tontos ríen siempre y
el hombre cuerdo ríe oportuna e inteligentemente.
Cuando tensas tus labios para mostrarme una sonrisa
forzada, adivino tu llanto contenido, la rabia que
ocultas o la inseguridad que disimulas.
alimentos: muy poca los hace insípidos, demasiada
los hace insoportables.
La sonrisa auténtica es como una puerta entreabierta
que invita a entrar; la sonrisa forzada es una
trampa que asusta y ahuyenta.
Los animales nunca ríen, los tontos ríen siempre y
el hombre cuerdo ríe oportuna e inteligentemente.
Cuando tensas tus labios para mostrarme una sonrisa
forzada, adivino tu llanto contenido, la rabia que
ocultas o la inseguridad que disimulas.
René Trossero
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